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El concepto de seguridad pasiva hace referencia a todos los elementos de un vehículo que han sido creados para evitar o reducir las consecuencias de sufrir un accidente. Por eso, los elementos clave que componen el sistema de seguridad pasiva son: el cinturón de seguridad, los airbags y el reposacabezas, pero también interviene el chasis, la carrocería, los cristales y el sistema e-Call.
El cinturón de seguridad es el elemento de seguridad pasiva más importante, ya que ha conseguido salvar muchas vidas a lo largo de los años. Por su parte, los airbags son unas bolsas que se inflan en pocos segundos para evitar que los usuarios del vehículo choquen con el interior del vehículo. Los reposacabezas son necesarios para evitar un latigazo cervical en caso de sufrir un accidente. Por este motivo es muy importante ajustarlo correctamente.
Por otro lado, la carrocería es el primer elemento de defensa del sistema de seguridad pasiva. A continuación, se encuentra el chasis y ambos tienen la función de absorber la energía si se produjese un accidente. Los cristales también forman parte del sistema de seguridad pasiva y actúan como una barrera protectora.
Por último, el sistema e-Call es la incorporación más reciente al sistema de seguridad pasiva y tiene la función de avisar automáticamente a los sanitarios en caso de detectar que se ha producido un accidente. Además, aporta datos muy importantes, como la ubicación exacta del siniestro.
